jueves, 14 de noviembre de 2013

No es NORMAL festejar invasiones, matanzas y saqueos

Alguna vez se debería reparar las falsificaciones históricas, dejar de respetar la invención de un relato escrito por los que impusieron a sangre un proyecto de Nación con exclusión y saqueos a la IDENTIDAD.
   La provincia socialista ha preparado una “nutrida agenda en distintos puntos de la ciudad para festejar los 440 años de Santa Fe. Entre ellas se destacan el torneo de Beach Voley en el marco de la inauguración de la temporada de playas el viernes al mediodía; la Fiesta de la Luz y el Agua por la noche; y así con otras pelotudeces con protocolos y brindis.

Dicen que Sebastían Caboto fue el primer europeo en alardear de pisar tierras hoy santafesinas. Era 1527 y funda el fuerte Sancti Spiritus en la desembocadura del Carcarañá.
       La resistencia de los originarios a la invasión llevó a que los ocupantes dejaran ese asentamiento. Pero para “abrir puertas a la tierra” y poder transportar las riquezas que saqueaban necesitaban puertos.
       El 15 de noviembre de 1573, Juan de Garay, enviado desde Asunción, ocupa la barranca occidental del río Quiloazas, hoy San Javier, y llamó Santa Fe a la aldea en homenaje a la fe católica que conducía a robar y matar, para pasar a la historia y ser recordados como señores.
     El territorio estaba poblado por mocovíes, avipones, tobas, querandíes, timbúes, corondas, quiloazas, mocoretás y hasta llegaron mapuches.
    Para la historia oficial y algunos funcionarios, los pueblos originarios, como decía el genocida videla: “Si no están, no existen, y como no existen no están. Los desaparecidos son eso, desaparecidos; no están ni vivos ni muertos; están desaparecidos". 
    La identidad no puede olvidar las raíces, surgen, crecen y se renuevan aunque el protocolo la intente ningunear.