Los días 9, 10 y 11 de diciembre se realizó un Gijatvn, ceremonia ancestral Mapuche, que según se estima, no se realizaba desde hace más de 250 años. En la zona que fue teatro de operaciones de la campaña militar y que todavía se mantiene la estructura del mangrullo del ejército argentino, un mástil por primera vez flameo la wenufoye, estandarte del Pueblo Nación Mapuche.
“¡¡¡Hoy los ancestros vuelven a reírse!!!” alguien celebró el viernes 9, cuando en el mangrullo antv (sol) rielaba bien alto. Cerca de él estaba la wenufoye, representante de una cultura de más de 12 mil años. En ese sitio se planeó la avanzada de la conquista del desierto, etapa de nuestra historia que en los libros y en los billetes se muestra como una victoria de la “civilización” comandada por la aristocracia de la época y sostenida económicamente por la sociedad rural y la iglesia. Pero, en realidad fue un genocidio contra los pueblos originarios. Pero estamos ante vientos de cambios.
"En el Pikvn Mapu (territorio norte mapuche) se vivía un hecho histórico. Donde sonó el clarín del ejército Argentino, hoy suena el ñorkin despertando emoción, lágrimas y abrazos entre los integrantes de las comunidades ancestrales", resaltan. También participaron de la ceremonia la secretaria de gobierno de Melincué, amigos y referente del Pueblo Mocoví.
Entre gritos de alegría se escuchó el grito de guerra Mapuche: ¡¡Marici We!! Y tras plantar la bandera el grupo mapuche bajó a las costas de la laguna de Melincué para realizar la ceremonia del Gijatvn.
“Conocido regionalmente como Kamarukvn o Camaruco, el Gijatvn es la más importante de nuestras ceremonias ancestrales”, explica Amanda Colihueque, lonko del Xavn Inay Leufv (Encuentro cerca del río), organización mapuche residente en Rosario. “Si bien su objetivo ancestral es la prosecución de prosperidad en el sentido pleno del término, posee, como todas nuestras instancias ceremoniales una multiplicidad de valor que vuelve muy difícil transmitir su esencia en pleno sentido sin referirnos primeramente al contexto en que se realiza, ya que todo lo ceremonial en nuestra cultura, posee a su vez un rol social, político, cultural y económico. Nuestra cultura manifiesta su presencia territorial mediante tipologías culturales vinculadas al entorno natural en que se desarrolla”, señala.
“En nuestra regionalidad del territorio norte –agrega-, se desarrolló la tipología cultural Rankvlche (Gente del ranquil, es decir, el cardo o la totora, según la ubicación de entorno). Esta parte de nuestra cultura, supo asentarse ya desde antes de la conformación del estado nacional en la región norte de Buenos Aires, sur de Santa Fe, llegando incluso al centro sur de San Luis pasando por abajo del Macizo de los Comechingones en Córdoba. En el caso rankvlche, el desarrollo llegó hasta la cadena de humedales conocida como el paleocauce, humedales entre los cuales se incluyen las lagunas, entre otras, Melincué, El Hinojo, La Doce, La Lágrima y La Picasa, entre otras. ”
La ceremonia consta de instancias con diversas significancias y que van suceden en un encuentro de dos a cuatro días, según la ocasión. En ese períodos se vive a la manera ancestral, “como lo hacían nuestros abuelos” describe Amanda.
Durante esos días se vivió con emoción las vivencias de una cultura que resurge de a poco en la zona, a “tranco de pollo” como dicen los ancianos en el sur. La laguna fue testigo del Coike Purrvn (danza del ñandú), donde los hombres de la comunidad bailan imitando a los ancestrales: tero, guanaco, ñandú y a la mara. Mientras las mujeres cantan tayel según que purvfe (bailarin), cantos de distintos linajes de la cultura Mapuche. También se jugó al Palin, deporte tradicional similar al hockey. Según dicen los ancianos, es un deporte de táctica y estrategia del cual se aprendía a movilizarse en épocas de conflictos; y en el que la extensión de la cancha podía llegar a medir más de un kilómetro.
Marcelo, el werken (vocero) de la organización de Rosario, cuenta que realizar el Gijatvn en Melincué tiene múltiple importancia. “Por un lado, esta ceremonia es el ámbito concreto donde realmente los hermanos recuperan la cultura, por ejemplo, es una de las pocas instancias donde se escucha el habla mapuzungvm en su uitlización plena. Por otro lado, es el territorio donde fue implantado uno de los fortines más importantes, y consideramos que estos son tiempos de superación histórica, en los que prevalece el deber ancestral de volver a estar presentes, pero en un marco de armonía, junto a hermanos no mapuches con los que integramos juntos esta sociedad. No se respeta lo que no se conoce, y creemos que son momentos de soslayar ruidos históricos, en beneficio de nuestra propia recuperación de identidad. Es un orgullo para nosotros que vuelva a sonar el kulxvm, que nuevamente se escuche el canto de tayel, el resoplar vibrante de nuestros ñorkines. Es una profunda emoción la perspectiva de poder saludar a nuestro querido antv al asomarse, y ser acompañados por nuestra hermosa, redonda, y blanca kvllen (luna) en esas jornadas de encuentro, ancestralidad e historia.”
El Papel de las Organizaciones Pykunche
El término Pykvn significa “Norte”, son organizaciones que trabajan desde el 1994 en el campo originario, en el restablecimiento de nuestra cultura en la región. Son tre: la histórica: el Xavn Inay Leufv (Encuentro Cerca del Río), creada junto con nuestros referentes de la Línea Sur del Parlamento Mapuche Río Negro (En particular Edgardo Curaqueo Sayueque, de Viedma e Ignacio Prafil del Linaje Pvrafilv asentado en la reserva de Anekon Grande); la organización Wemuj Mapu Mew, creada por el Xavn Inay Leufv y de autonomía reciente, asentada en Venado Tuerto y la Newen Kolywe, la Fuerza del Colihue, “llamada así en homenaje a nuestro anciano ancestral, militante de nuestra cultura y reconstructor de la misma, Don Vicente Contreras Colihueque”, aclara Marcelo.
“Esta organización está compuesta de hermanos no mapuche, un grupo de quince jóvenes estudiantes orientados en lengua y cultura por nosotros y cuyo objetivo es servir de enlace activo con el sur y a la vez colaborar en nuestra recuperación cultural.”
“Es así que en todo este tránsito, y compuestos por hermanos de diversos linajes y origen de nuestro Pueblo Nación Mapuche, venimos trabajando en la reconstrucción cultural, detectando descendientes, integrándolos, brindándoles fundamentalmente lengua y cosmovisión, y haciéndoles conocer nuestras costumbres ancestrales, desde la organización social hasta las ceremonias” cuenta Amanda.
Para conocer más de la cultura Mapuche, se puede contactar con las diferentes organizaciones de la zona, al telefono: 341 – 3474923 begin_of_the_skype_highlighting , 341 – 3474923 end_of_the_skype_highlighting. O al correo electrónico: inaileufu@gmail.com.ar