La prensa nunca rindió cuentas por
fogonear y ser cómplice de un genocidio. El periodismo elige una sola campana como fuente. Aunque se olía y se murmuraba
por todos lados, en Buenos Aires, los
diarios mitristas ni mencionaban el rumor. Pero en un informe a su país,
Edward Thornton, embajador británico en tierras
porteñas, señalaba: “Desde el mediodía del 8 (de abril de 1865),
circula el rumor de que el gobierno paraguayo ha
declarado la guerra a Argentina". Ese día llegó un mensajero con la noticia que tardó en difundirse” (leer)