martes, 5 de marzo de 2013

PEHUENIANDO 3.- Lagos Aluminé y los desbordes de inversores

Lili Puel, en el territorio ancestral 
Lof Puel sobre el Aluminé 
“Los empresarios ocupan  nuestras territorios. La Justicia  prohibió edificar en la zona, pero siguen. Carlos Alberto Garcés (abogado porteño) empezó en 2006 a levantar un complejo”, dice Lili Puel, nieta del lonko que habitó esas tierras

Cabañas en territorio mapuche
“Plácido Puel, mi tío materno, hizo los papeles para tener esta zona para invernada y veraneada de los animales, En 1884, mi bisabuelo se instaló en donde hoy está el camping de los mapuches. Vino con un malón que era corrido por el ejército, pero no pasaron a Chile y se quedaron en la zona”, explica la mujer en la puerta de su casa, a orillas del lago Aluminé, en la zona conocida hoy como Villa Pehuenia.
Alambrado para limitar al lof
La andina comarca de lagos, montañas y silenciosos bosques de pehuen es para los mapuches su territorio ancestral, pero para los inversores es un apetecible negocio aún casi sin explotar   La zona que ocupa la ciudad de Villa Pehuenia era el lugar  histórico de veranada de las comunidades mapuches, cuando bajaban de las montañas a los lagos con sus animales. A fines del siglo XIX se instala definitivamente en el lugar la comunidad Mapuche Plácido Puel, a orilla del Aluminé. Otras comunidades Puel pueblan y administran el campo de nieve del volcán Batea Mahuida y el camping de la Angostura, entre los Aluminé y Moquehue.
                                                     Por otra parte, para María Luz Laino, secretaria de Turismo
Entrada a la ruca de Lili
de Pehuenia: “las tierras de la costa, en la misma ciudad, son de la provincia y se iba a levantar un hotel del Instituto de Seguridad Social, pero una familia de la comunidad Puel se quedó en la zona y … son gente difícil”. Al mencionarle que se trata de tierras habitadas por comunidades preexistentes a que Estado argentino se instalara, la funcionaria admitió: “es una larga historia. Son araucanos y vienen de Chile, de esta zona eran los tehuelches”.
Cabras de la familia Puel
La hipótesis que esgrime Laino es semejante a la difundida por el paleontólogo y arqueólogo Rodolfo Casamiquela. El investigador  de Jacobacci no tenía problema en juzgar: Si se definen como   mapuches son chilenos y si son chilenos no tienen derecho sobre la tierra de la Argentina". Esa postura le valió varios escraches de organizaciones originarias, pero también lo llevó a la dirección del Museo Leleque, desde donde –como indicó ya Julio Vezub, ( doctor en Historia del Conicet): “Está enrolado en una campaña para proveer a los hermanos Benetton de argumentos para rechazar los reclamos de tierras que realizan los indígenas”.

Playa del lof, sobre el Aluminé
  En tanto, la funcionaria aclara: “Tengo una buena relación con las comunidades. Cuando cortamos el pasto en casa se lo llevo a Lili para que alimente a sus animales; me encantan los animales”. Pero también señala que en enero viajó en Chile y allí vio como esos mapuches tienen emprendimientos turísticos importantes: “Hacen paquetes de visitantes, les alquilan las rucas”.
Al señalarle que en el sur chileno, los mapuches combaten y resisten a las autoridades, aclara: “Si, son como montoneros”. ¿Rebeldes, se le pregunta… “si, son rebeldes”.
Maino remarca el trabajo realizado por el intendente Mauro del Castillo: “era un informador turístico recorría la zona en bicicleta, hacía 20 kilómetros por día, impulsó a la Villa. El hombre, sanjuanino y del Movimiento Popular Neuquino, estudió la carrera de Guía Superior de Turismo en la Universidad del Comahue y trabajaba los fines de semana en 1999 en la zona. El funcionario fue procesado por manejo fraudulento de territorios y ha sabido encabezar a los grupos de choque que enfrentan y agreden a las comunidades originarias.

Ocupación colectiva”

Como en otras regiones donde los originarios sobreviven y resisten, una ancestral compañera los ha fogueado. Desde la Quebrada de Humahuaca a los montes chaqueños y los valles cordilleranos, la Pachamama, con su sabiduría y belleza los compromete en una resistencia en defensa de la naturaleza, de la que forma parte el hombre, no como inversor y explotador, sino como hijo de esa Tierra.
Desde la capital neuqunina, hay 300 kilómetros que se hacen más por los complicados caminos, y se accede por la ruta nacional 22 y la provincial 13.
En la comarca, donde muchos visitantes buscan paz y algo de aquella cultura milenria, crecen negocios con nombres mapuches. Pero muchos propietarios de esos comercios no reconocen los derechos de quienes habitan y resguardaban la zona antes de que ellos llegaran.
Lili remarca: “No estamos de acuerdo con los loteos en la costa del Aluminé, por eso nos quedamos y resistimos, otros de la comunidad están más arriba”, indica señalando las montañas. Sobre algunas carpas levantadas en la costa del territorio, Lili explica: “les permitimos acampar a algunos, pero estamos luchando con la contaminación y queremos cuidar al lago”.
“Donde hoy está la municipalidad de Villa Pehuenia, teníamos nuestro cementerio, ahí están los restos de mi padre y mi abuelo. Sobre el paseo de la costa, en terrenos que tienen ahora la casa de te Gnaien, enterraron a mi bisabuelo. Pero no quedó nada, no nos permitieron resguardar esos recuerdos, la política es más fuerte que la Justicia”, señala la mujer de 47 años que cría cabras, gallinas y produce tejidos, pan y dulces que venden en un espacio para la producción regional abierto en la Feria de Artesanos de Pehuenia .
“Siempre vivimos aquí, con mi mamá Ema , Mi hermano Raúl también vive al lado , con sus animales. Nunca usamos la tierra para propiedad privada, ahora a un mapuche que lleva tiempo en el lugar no se lo puede expulsar, y el territorio es de la comunidad. No pagamos impuestos, pero tampoco el lonko puede pedir un crédito para mejoras por no nos pueden embargar, aparecemos en los papeles como “Ocupación Colectiva”.

Histórica resistencia a la conquista

Cuando en 1878 Julio Asesino Roca emprende su campaña para llegar a la presidencia, pasa por la Patagonia en carruajes y publicitando la matanza de comunidades milenarias que habitaban territorios que los latifundistas deseaban para ampliar sus propiedades.
En el 1883, cerca del lago Pulmarí y Pino Hachado, los mapuches enfrentaron al ejército. El 6 de enero de ese año una partida de 15 milicos comandados por el capitán Emilio Crouzeilles y el teniente Nicanor Lazcano son barridos por un centenar de lanzas en la zona del lago. Pero, al salir para Chile, el ejército persigue a los de Feliciano Purrán y los derrota, llamaron Pino Hachado al combate, porque para regresar de su persecución, los blancos bajaron a un gran pehuén y así marcar el camino.
Punmay sen la lengua mapuzugún de los mapuches, significa “se hizo la noche”, factor que permitió salvar la vida a familias de los fusiles. De ahí proviene la palabra Pulmarí, y la denominación a los territorios del centro oeste neuquino, entre las alturas cordillleranas y el Cordón de Catan Lil (“peñasco agujereado”).
Luego, la Estancia Pulmarí, de la familia Miles, abarcó en 1905 unos 67.900 hectáreas. En la década del 50, durante el gobierno peronista, el Estado compra la estancia y fe destinada a la Administración de Parques Nacionales, pero luego pasó al Ejercito Argentino.El resto del territorio 45.000 hectáreas) eran territorio nacional y quedó en manos de la Provincia de Neuquén.
De 1963 a 1966 se devolvió territorios a las comunidades para su usufructo, aunque eran habitantes genuinos desde añares. También se les se prometió que tras mensurarlas se entregarían los títulos de propiedad.
En los años 70, ante los incendios forestales en la zona, Nación y provincia acuerdan levantar una base estable de octubre a marzo, con técnicos , equipamientos y vehículos, además de jinetes para recorrer la zona. También se buscó resguardar el paso cordillerano y la comunicación con Aluminé y Zapala.
En 1978, ante los histeriqueos por el Beagle entre las dictaduras argentina y chilena, se mejoraron las rutas e iniciaron el loteo de las costas del Aluminé y Moquehue. Eso trajo más inversores, entre ellos llegó desde Mar del Plata, Cirilo De Gregorio. Ocupo tierras de la comunidad Catalán, a orillas del Aluminé, nunca se fue, ahora está el camping con su nombre.
Años después, el gobernador Pedro Salvatori decretó en 1989 la creación de la Comisión de Fomento de VP y de Gregorio se hizo cargo de su presidencia.
El conflicto recrudece en 1996 cuando al crearse el éjido del municipio se incluyeron un par de lotes que ocupan ancestralmente la comunidad Plácido. Nunca se efectivizó el reconocimiento de ese territorio comunitario.
Según la historia oficial, la “Dirección General de Arquitectura de la provincia, con informes técnicos de agrimensura y la aprobación del cacique Vicente Puel”, inició el loteo y venta de los lotes a través de la Dirección General de Tierras. Pero, para los mapuches, el lonko Vicente fue presionado y firmó el acuerdo sin acuerdo con el resto de sus hermanos. Desde entonces se producen tomas, represiones, disputas legales y la intervención del Estado y la Confederación Mapuche.
En 2003, la Legislatura crea la Municipalidad de Villa Pehuenia, nombrada así por estar poblada de pehuenes. Es que en esa zona, la sagrada tierra parió un árbol que entre piedras y vientos creció con su tronco recto y alto. De sus ramas abiertas como brazos, las hojas de un ver contundente alimentó desde siempre con las semillas de sus piñones a las comunidades.
Pero, también estaba poblada por personas que sufrieron la pérdida de territorios donde preservan a sus ancestros, cultura e historia y cosmovisión. Así, las comunidades Puel, Catalán y Plácido Puel son hostigados por estar en zonas que los inversores desean para sus negocios.
En 2004, Sobisch pidió a la Legislatura conformar en municipio de tercera categoría a la villa. Kvrvf Nawel, de la Confederación Mapuche de Neuquén, resalta que nunca se los consultó a las comunidades que están allí, Puel, Plácido Puel y Catalán, sobre la conformación del Municipio, “no se respetó el derecho a consulta, se alambraron sus territorios y se les quitó parte de sus tierras que hoy conforman el ejido municipal” afirmó Nawel.
En enero de 2012, al contrario a lo usual, eso de que los indios malos cortan alambres y se meten en campos de señores con botas de buen cuero, fueron los originarios los que debieron impedir que tierras de invernadas fueran ocupadas por una colonia de vacaciones municipal . Durante dos días hubo choques y heridos en el sector conocido como Golfo del Manzano.
“El Estado no brinda seguridad jurídica a los mapuches, pero sí lo hace con los estancieros y empresarios. El problema, explicó, no es que se reconozcan los derechos de los mapuches, sino que se apliquen”. Estos derechos están previstos en el artículo 53 de la Constitución Provincial, en el Convenio 169 de la OIT, y por la Corte Interamericana de Derechos Humanos que establece la protección de las comunidades indígenas y de sus territorios. En Neuquén, “la seguridad jurídica es para los que tienen la billetera gorda”, señala Nawel.