“Dignificar la producción y la vida en el territorio y en las comunidades es uno de nuestros objetivos. Tenemos un proyecto social y político y luchamos por la soberanía alimentaria y la reforma agraria integral”, indica Ariel Mendez, mienbro de la Red Puna.
“En la lucha por la tierra rescatamos lo cultural. Formamos una entidad de 2º grado, con 34 comunidades de base, originarias, vecinales, juveniles y de artesanos de la Quebrada y la Puna", dice el joven de Ocumazo, 19 kilómetros al sureste de Humahuaca.
riel trabaja en el área de producción y comercialización de la organización, en una de las sede ubicadas en el Galpón de Empaque de Papa Andina, una vieja instalación ferroviaria cercana a la ex estanción de trenes y la terminal de Humahuaca.
Los productos de la Red provienen del trabajo familiar y colectivo. Las comunidades que conforman el colectivo crían ovejas, llamas, siembran más de 20 variedades de papas andinas , maiz, habas, hortalizas y frutales, además de producir artesanias en fibra de llama y lana de oveja. En La Quiaca cuentan con un frigorífico donde elaboran medallones de carne de llama con quinua y hamburguesa de carne de llama. “Calidad y sanidad, producto natural sin conservantes”, indican.
el Galpón de Acopio de Papa Andina, de Humahuaca, la variedad de productos que se exhiben demuestran la variedad de producción y el grado de organización de la red. “Mediante mecanismos organizativos -agrega- llegamos a las comunidades y también tenemos microredes por zonas, para organizar la producción, ya levantamos o que los productores traen. Los precios mejoran al vender en cantidad, ya sea en mercados locales o en Buenos Aires. Pero, también al ser una zona fronteriza, la entrada de productos con precios muy bajos nos generan problemas”
Pero Ariel advierte: “El problema no es sólo producir, sino también formarrnos para ver qué producimos y para quién. Por ello, además de articular iniciativas productivas, impulsamos la formación y capacitación. La Red se maneja con asambleas en las que los compañeros debaten y fijan vicerices y objetitos que la coordinación general impulsa desde el espació político y de ejecución
“Combatir la inequidad impulsando procesos de reproducción productiva, económica y social”, remarca la organización. Esa red se teje desde una construcción colectiva y democráctica para impulsar prácticas de economía solidaria entre comunidades con una identidad territorial que no pudo ser marginalizada.
En octubre de 1995, varias organizaciones de pequeños productores campesinos de tradición indígena, que en forma aisladas trabajaban en la Puna comienzan a compartir trabajos y pensar un proyecto de desarrollo regional.“Era un momento muy difícil, en plena etapa neoliberal que golpeó también a la zona. Entonces buscamos organizarnos y empezamos un proceso que por su dinamismo generó áreas de trabajo y estructuras.
Nos organizamos en regiones: Puna Norte, Sur, Oeste, Centro y la Quebrada”.
Por otra parte, “como vivimos en un ambiente machista, más allá de conocer los derechos de la mujer, se deben practicar y por eso muchas compañeras participan en asambleas y lugares directivos. También en salud, y con el Movimiento Nacional Campesino desarrollamos campañas preventivas. Otra espaciode trabajo en desarrllo es la comunicación social”.
En el Galpón de Acopio de Papa Andina, de Humahuaca, la variedad de productos que se exhiben demuestran la variedad de producción y el grado de organización de la red. “Mediante mecanismos organizativos -agrega- llegamos a las comunidades y también tenemos microredes por zonas, para organizar la producción, ya levantamos o que los productores traen. Los precios mejoran al vender en cantidad, ya sea en mercados locales o en Buenos Aires. Pero, también al ser una zona fronteriza, la entrada de productos con precios muy bajos nos generan problemas”
Patrimonio de la impunidad
“El gobierno apunta a la minería a cielo abierto, defienden a Ledesma y Blaquier y las disputas partidarias confunden y enfrentan a mucha gente. Los conflictos por la tierra se reproducen. Con la declaración de la Humahuaca como Patrimonio Universal despertó la codicia y las inversiones de especuladores. Un terrenito de 10 por 30 metros, hace 8 años valía 5 mil pesos, hoy se vende a 70 mil pesos. A esos valores no puede accder una familia joven, entonces aparecen asentamientos, disputas, choques entre pobladores y una psicosis con el tema de la seguridad”, explica.
Sobre el concepto de propiedad comunitaria, reclamo de las comunidades, señala: “El concepto es que la tierra no se puede vender ni se puede embargar el terreno porque comunitaria. Eso choca con la idea la propiedad privada e individual”, sostiene Ariel.