No es tan simple eso de salir a la calle en otoño. A veces se siente lejos a las calles adoquinadas al borde de esas veredas ancha y arboladas, ideales para el fulbito.
“Banfield era para un niño, un paraíso, porque
mi jardín daba a otro jardín. Era mi reino”. Así, Julio Cortázar
describía a su barrio. Su reino quedaba en la esquina de Rodríguez Peña
y San Martín, (texto completo)